En 2013 se superó por primera vez la cifra de 1000 participantes en el Dessafio, y no fue por falta de demanda.

La Organización había querido crecer de manera sostenida, ganando experiencia año tras año y dejando que la prueba se fuera asentando poco a poco en el calendario, así como en la conciencia de los habitantes de la comarca.

Esta era la ocasión ideal, teniendo en cuenta que Alcalá la Real es la ciudad más importante de la comarca y dispone de buenas infraestructuras y espacios amplios. Sin embargo, no nos vimos libres del problema que presenta un número tan elevado de ciclistas intenando acceder a pistas y senderos de montaña. En los Tajos, al salir de Alcalá, se produjeron algunas aglomeraciones inevitables.

En general la prueba discurrió sin incidentes y la Organización cumplió su cometido satisfactoriamente.